sábado, 6 de febrero de 2010


El Bullying


El bullying se define como un comportamiento prolongado de insulto verbal, rechazo social, intimidación psicológica y agresión física de un niño hacia otro, en edad escolar. En todos los casos hay abuso de poder, porque el agresor establece una relación de dominio-sumisión sobre la víctima”. Según María Zysman, psicopedagoga.

Este hostigamiento suele ser solapado, los niños no hablan del problema y las agresiones se manifiestan en los lugares donde no hay adultos. Con respecto al tema se debe hacer las consideraciones pertinentes, ya que este es un tema crucial, por ser esta la etapa donde se sientan las bases del futuro ciudadano.

El hecho de poner sobrenombres o seudónimos, dan lugar a las burlas y hasta comenzar peleas son problemas típicos de convivencia en cualquier escuela, entre los niños más pequeños. Pero los especialistas advierten que cuando estas conductas se vuelven reiteradas, se puede estar en presencia de un caso de bullying u hostigamiento. Muchas veces el maltrato escolar pasa inadvertido permitiendo que los intimidadores actúen libremente de forma reiterada provocando serias repercusiones en la conducta de la víctima. Este tipo de situaciones puede provocarle graves ataques y lesiones tanto físicas como psicológicas por parte de quien es agredido. El efecto en la conducta de la víctima, lo podrían llevar en un futuro a desenvolverse socialmente de una manera poco racional y hasta fuera de los límites establecidos, que le afectaría tanto al individuo como a su entorno.

Algunas de las consecuencias producto del acoso seria la baja autoestimo o ausencia de la misma, lo cual inhabilita a la persona en la capacidad de generar proyectos o acciones determinadas, a la vez habría una disminución de su capacidad innovadora, y así una serie de factores que lo llevarían a una situación de molestia consigo mismo. Una golpiza te puede provocar dolor, alguna contusión, entre otros, pero también, y lo que es más grave, puede provocarte grandes traumas, temores y hasta lesiones que llegan a afectar mucho más y que puede desencadenar en problemas mayores.

Los maestros de aulas como los profesores deberían estar más atentos, además de contar con la preparación adecuada con respecto al tema, ser observadores y percibir cualquier foco o indicador de la presencia del bullying, y poder contrarrestar cualquier tipo de violencia que ocurra dentro de las aulas además de saber qué hacer frente esas conductas.

Los padres por otro lado, deberían estar pendientes y ser una fuente de apoyo, seguridad y formación de sus hijos. Finalmente algo que sin duda funge como detonador de este tipo de conducta son los medios de comunicación, ya sea la televisión con la cobertura de estas agresiones, y principalmente el internet, donde se presentan amenazas muchas veces sin control. Es por esta razón, que las autoridades en conjunto con especialistas tienen que tomar medidas urgentes para poner freno a esta situación silenciosa que afecta a muchos adolescentes de nuestro país y de todo el mundo.

Ejemplos claros de este tipo de problemas:

Este tipo de situaciones las observamos en todos los niveles no solo en las escuelas y liceos, sino también a nivel superior, en las empresas y hasta en la cotidianidad de nuestros hogares.

Si analizamos el mundo escolar nos encontraremos con una gran cantidad de centros educativos de alta exigencia donde las cualidades de los niños se miden por el éxito que se tiene y no como persona, sino como una cifra que define el nivel de éxito basado en las calificaciones que se obtienen, lo cual a largo plazo si el niño no cumple con ciertas expectativas se le niega el ingreso.

Otro ejemplo es el típico el burlista, el que no respeta a nadie dentro del salón de clases, siempre existe alguien con esta características, se ha comprobado que el hecho de avergonzar a los más vulnerables lo hace sentir popular, el más importante o el más temido de la clase, acto que muchas veces termina en peleas dentro y fuera de la institución educativa.